
La suspensión de 14 agentes estatales por el presunto robo de un importante cargamento de cocaína ha sacudido a las fuerzas de seguridad de Baja California. Mientras las autoridades investigan un posible vínculo con la delincuencia organizada, los agentes implicados denuncian irregularidades en el proceso, dejando en evidencia una profunda crisis de confianza y un grave señalamiento de corrupción dentro de la corporación.










