
Pemex logró una notable reducción de sus pérdidas en el tercer trimestre de 2025 gracias a menores costos y un tipo de cambio favorable. No obstante, la persistencia de números rojos, la caída en los ingresos y la producción, y la continua dependencia de aportaciones gubernamentales subrayan los profundos desafíos estructurales que la empresa aún debe superar.









